Has escuchado la frase Antigua: Si quieres elevarte con las águilas, no puedes correr con los pavos

Si vas a ser sabio, tienes que tener gente sabia en tu vida.

No necesitas muchos amigos en la vida. No necesitas ser popular. Solo necesitas unos pocos amigos que te edifiquen, no te hundan–las personas sabias, no torpes. Si te reúnes con torpes, en eso te convertirás.

Siempre crecemos en comunidad. No puedes crecer en madurez espiritual por tu cuenta. Te puedes volver un ermitaño e irte a la cumbre de una montaña y ocupar tu vida sentado en silencio y leyendo libros. Crecerás en conocimiento, pero no crecerás en sabiduría.

¿Por qué? Porque la sabiduría está relacionada con el amor. La sabiduría se muestra principalmente en las relaciones. Ese es el por qué algunas personas tienen grados académicos, pero sus matrimonios están desmoronándose. Ellos son educados, pero no son sabios.

La Biblia dice en Proverbios 13:20, “El que anda con sabios será sabio, más el compañero de los necios sufrirá daño” (LBLA).

Si me paro en el borde de un escenario, y estoy tratando de levantarte mientras tú estás tratando de tumbarme, ¿Qué es más fácil de hacer? Siempre es más fácil que alguien te hunda a que te levante. Las personas que te jalan no son tus amigos. Los amigos te levantan. Los amigos te animan a perseguir la sabiduría del cielo al ofrecerte su ayuda.

¿Alguien en tu vida está dando consejos buenos regularmente? Necesitas ese tipo de ánimo si quieres ser una persona sabia.

Reflexiona sobre esto:

• ¿Qué persona está más cercana a ti?
• ¿Cómo están esas personas animándote en crecimiento espiritual y en sabiduría? O ¿Cómo te están distrayendo de aprender a vivir sabiamente?
• ¿Es más importante para ti tener muchos amigos o unas pocas relaciones profundas? ¿Por qué?