Para Escuchar a Dios, Tienes que Acércate a Dios

“Pues el Señor concede sabiduría! De su boca provienen el saber y el entendimiento” (Proverbios 2:6 NTV).

Tú dices, “Quiero confiar en Dios, pero no lo escucho”.

No escuchas a Dios cuando tu mente está llena con miles de otras distracciones. Para escuchar a Dios, tienes que estar cerca de Dios. Tienes que estar a solas con Dios y estar tranquilo.

La Biblia dice, “Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios” (Salmos 46:10 NVI). Eso significa que te sientes y estés tranquilo. Así es como escuchas a Dios y estás cerca de Dios. Tienes que sentarte solo y solo estar quieto con tu Biblia y decir, “Dios, ¿Hay algo que quieres decirme?” Lee la Palabra de Dios, y habla con él sobre lo que está en tu corazón.

Dios dice que Él te dará la sabiduría que necesitas para reconocer su voz y entender lo que dice: “¡Pues el Señor concede sabiduría! De su boca provienen el saber y el entendimiento” (Proverbios 2:6 NTV).

Haz esta oración hoy: “Dios, quiero escucharte, no a las voces de la duda. Quiero estar más cerca de ti y conocerte mejor. Quiero escucharte, y prometo obedecerte. Quiero ser una de las personas que puedas usar y bendecir”.

Reflexiona sobre esto:

  • ¿Qué necesitas cambiar sobre la forma en la que te encuentras con el Señor para que puedas estar tranquilo y acercarte a Él?
  • ¿Cómo reaccionas normalmente a las instrucciones de Dios para tu vida?
  • ¿Cómo puedes demostrar que estás listo para obedecer lo que Dios te manda a hacer?

¿Has aceptado el amor de Dios e invitado a Jesús a tu vida?

Quiero que tengas esa oportunidad justo ahora. ¿Estás listo? Aquí está una oración con la que puedes empezar:

“Querido Dios, yo sé que cuando muera voy a darte cuenta de mi vida. Sé que por mucho tiempo te he ignorado. Confieso que he amado otras cosas más de lo que te amo. He pecado contra ti, he vivido de acuerdo con mi plan, no al tuyo”.

“Quiero que eso cambie, comenzando desde ahora. Quiero volver de mi pecado y volver hacia ti. Gracias por enviar a Jesús a morir por todo lo que he hecho mal. Yo sé que no merezco tu perdón y que solo soy perdonado a causa de la muerte de Jesucristo. Y sé que tú puedes darme nueva vida, una vida libre del pecado, a causa de la resurrección de Jesús”.

“Yo sé que solo tu gracia puede salvarme. Señor, nunca podré ser lo suficientemente bueno para entrar al cielo por mis méritos. Jesús, gracias por amarte tanto que tomaste toda mi culpa sobre ti. Me hiciste aceptable ante Dios. Sálvame del pecado y de los hábitos que está corrompiendo mi vida justo ahora. Yo creo en ti, Jesús. Y creo que mantienes tu promesa de salvarme instantánea, segura, completa y eternamente. En tu nombre oro, amen”.

Ahora, sí hiciste esta oración por primera vez, o reafirmaste tus votos a Jesús hoy, por favor házmelo saber. Me puedes escribir a [email protected], quiero enviarte algunos materiales para que inicies tu viaje con Jesús.


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