No Desperdicies tu Temporada de Soledad

“Cuando vengas, no te olvides de traer el abrigo que dejé con Carpo en Troas. Tráeme también mis libros y especialmente mis pergaminos”. 2 Timoteo 4:13 (NTV)

¿Qué debes hacer cuando pasas por una temporada de soledad? La respuesta está ilustrada en la vida de Pablo en 2 Timoteo 4, cuando estaba en prisión y esperando su ejecución.

Cuando pasas por una temporada de soledad, necesitas aprovechar al máximo tu tiempo.

Eso significa sacar lo mejor de una mala situación. Resiste la tentación de no hacer nada. Actúa de alguna manera, cualquier tipo de acción. Intenta pensar en formas creativas de aprovechar las temporadas en las que estás solo.

Pablo escribió a Timoteo desde la prisión y le dijo: “Cuando vengas, no te olvides de traer el abrigo que dejé con Carpo en Troas. Tráeme también mis libros y especialmente mis pergaminos” 2 Timoteo 4:13 (NTV).

En una temporada de soledad, necesitas estar cómodo y ser productivo. Aunque se sentía solo, Pablo no sintió lástima de sí mismo. No se quejó ni se rindió. Este es Pablo, uno de los más grandes cristianos que han vivido después de Jesús mismo, que ganó innumerables personas para Cristo, y que está completamente solo en sus últimos días. ¿Qué hace? Aprovecha al máximo la situación. Aprovecha su tiempo. Él dice dos cosas:

  1. “Trae mi abrigo”. Aquellas cárceles romanas eran húmedas, oscuras y frías. Hizo lo mejor que pudo para cuidarse. Es cierto de la naturaleza humana que cuando estamos solos y deprimidos, no nos cuidamos muy bien —físicamente o de cualquier otra manera. No hacemos ejercicio. No descansamos bien. No comemos bien. Pablo hizo lo mejor que pudo para cuidarse. Tal vez necesites escuchar esto hoy, si no estás cuidando muy bien de ti mismo en la temporada de la soledad.
  2. “Trae mis libros”. Pablo era una persona sociable. No le gustaba estar solo; no era la forma en que Dios lo había diseñado. Estar en confinamiento solitario en una prisión romana era lo opuesto a lo que él quería. Sin embargo, hizo lo mejor que pudo. Escribió cartas que hoy se incluyen en el Nuevo Testamento. Tal vez la única manera en que Dios pudo frenarlo fue poniéndolo en un confinamiento solitario. Y unos 2.000 años después, todavía nos beneficiamos de la soledad de Pablo.

Reflexiona sobre esto

  • ¿Qué es algo beneficioso o útil que puedes hacer ahora, cuando estás solo, que sería difícil de hacer con otros alrededor?
  • ¿Qué medidas prácticas puedes tomar hoy para cuidarte mejor?
  • ¿Quién se beneficiaría más de lo que has aprendido en una temporada de soledad?

Síguenos en Instagram & Facebook

Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo; haz esta oración.


Comparte Esperanza Diaria con tus amigos.