Si tú deseas alcanzar las metas que te has trazado para ti mismo, se necesita un plan para llegar desde donde estás, hasta dónde quieres ir. Tú necesitarás un plan para superar los problemas que sabes que vas a enfrentar en ese viaje. Sin un plan, todos tus objetivos se desvanecerán.

Génesis 24 cuenta la historia del ingenioso plan de Eliazar para encontrar una esposa para Isaac, el hijo de su amo. Eliazar tenía dos obstáculos principales para el cumplimiento de este objetivo. ¿Dónde iba a encontrar una esposa para Isaac en la tierra natal de su amo? ¿Y cómo iba a encontrar a una mujer virtuosa sin poder observarla por un largo tiempo? Eliazar ideó un plan predeterminado para resolver ambos problemas.

En primer lugar, Eliazar fue a un lugar donde las mujeres se reunían en aquellos días —un pozo. Tenía muchas más probabilidades de encontrar una esposa allí, que en cualquier otro lugar a donde fuera.

Eliazar sabía exactamente cómo conseguir el tipo de mujer que quería para Isaac. Quería encontrar una mujer compasiva, así que buscó a alguien que le ofreciera dar hasta 15 galones de agua para cada uno de sus 10 camellos. ¡Esa es una gran cantidad de agua!

Eliazar no se apresuró para lograr su objetivo. En su lugar, con mucha oración estableció un plan, y, finalmente, tuvo éxito. Al hacerlo, demostró lo que la Biblia dice en Proverbios 13:16: “Las personas sabias piensan antes de actuar; los necios no lo hacen y hasta se jactan de su necedad” (NTV).

Ya sea para tu familia, trabajo, ministerio, o cualquier otra área de tu vida —una buena planificación consta de tres partes:

• Pasos: Es necesario establecer la forma en que vas a llegar, desde donde estás ahora, hasta dónde quieres ir. Escribe esos pasos.
• Plazos: Pon una fecha limite para cada uno de esos pasos. Una meta es una declaración de fe, donde crees que Dios quiere que logres tu objetivo en una fecha determinada.
• Agenda: Escribe estas fechas en tu calendario. No te limites a esconderlo en un armario o ponerlo arriba de un estante. Muéstrame lo que está en tu calendario, y te diré lo que es importante para ti.

Los estudios demuestran que sólo el 5 por ciento de los estadounidenses han anotado objetivos para sus vidas.

Esos mismos estudios revelan que el mismo 5 por ciento son las personas con los salarios más altos de los EE.UU. Las personas de éxito fijan su dirección y van por ella. La gente fracasada va a la deriva. La vida les pasa por encima. Ellos no tienen ningún objetivo. Ellos no saben a dónde quiere ir en la vida. Para estos al finalizar el año, simplemente será otro año más que pasó.

No permitas que esto te suceda. Desarrolla un plan para alcanzar tus objetivos. 

Reflexiona sobre esto:

• Mirando a algunos de los objetivos que has establecido para ti mismo, ¿cuáles son algunos de los planes paso a paso que puedes anotar y que te pueden conducir a lograr esos objetivos?
• ¿Con qué parte o partes del proceso de planificación tienes más dificultad: ¿escribir tus pasos, planificación de un calendario, o mantener los plazos? ¿Por qué crees que es así?
• ¿Por qué crees que Dios hace honor a una buena planificación?

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