Gratitud: Cuatro Maneras de Desarrollar Alegría

“Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!” Filipenses 4:4 (NVI)

El Apóstol Pablo dice: “Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!” Filipenses 4:4 (NVI). Él no dice que debes estar alegre solo en los buenos tiempos. Él dice que debes estar lleno de alegría siempre. Pero ¿cómo puedes hacer eso?

La Biblia enseña que, incluso cuando los tiempos son difíciles, puedes estar feliz si sigues estas cuatro estrategias simples:

Dale gracias a Dios en todas las cosas. Cuando ores, hazlo con acción de gracias. La emoción humana más sana es la gratitud. De hecho, aumenta tus inmunidades. Te hace más resistente al estrés y menos susceptible a las enfermedades. Las personas que son agradecidas son felices. Pero las personas ingratas son miserables porque nada las hace felices. Nunca están satisfechos. Nunca eres lo suficientemente bueno. Pero si cultivas una actitud de gratitud, de estar agradecido en cada circunstancia, tu estrés disminuirá.

No te preocupes por nada. Preocuparse no cambia nada. Nadie nace preocupado. La preocupación es una respuesta aprendida. Lo aprendiste de tus padres. Lo aprendiste de tus compañeros. Lo aprendiste por experiencia. Esas son buenas noticias. El hecho de que la preocupación se aprenda significa que también se puede desaprender.

¿Cómo desaprenderlo? Jesús dice en Mateo 6:34, “Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas” (NVI).

En mi cultura, podríamos decirlo así: no abras tu paraguas hasta que empiece a llover. O, en otras palabras, vive un día a la vez.

Ora por todo. En lugar de preocuparte, usa tu tiempo para orar. Si oraras tanto como te preocupas, tendrías mucho menos de qué preocuparte.

¿Está Dios interesado en los pagos de tu automóvil? Sí, está interesado en cada detalle de tu vida. Y debido a eso, puedes llevar a Dios cualquier problema que enfrentes.

Piensa en las cosas correctas. Si quieres reducir el nivel de estrés en tu vida, debes cambiar tu forma de pensar, porque la forma en que piensas determina cómo te sientes. Y la forma en que te sientes determina cómo actúas. La Biblia enseña que, si quieres cambiar tu vida, necesitas cambiar lo que estás pensando.

Esto implica una elección deliberada y consciente de pensar en las cosas correctas. Debes elegir pensar en cosas positivas y concentrarte en la Palabra de Dios.

¿Cuál es el resultado de dar gracias, no preocuparse, orar por todo y enfocarse en las cosas correctas?

Pablo dice: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús” Filipenses 4:7 (NVI).

Reflexiona Sobre Esto:

  • ¿De qué te preocupas? Habla con Dios acerca de tus preocupaciones y dile honestamente que te preocupa.
  • Si oraras tanto como te preocupas, ¿cómo crees que cambiaría tu vida? Dios dice que tiene su mejor interés en el corazón. Agradécele en todas las cosas, incluso si no puedes entender lo que Dios está haciendo en tu vida.
  • ¿Qué es en lo que más piensas? ¿En qué crees que Dios quiere que pienses? ¿Estas dos cosas están alineadas? Sí, No, ¿por qué?

¿Estás listo para comenzar una nueva vida con Cristo?

Si estás listo para entregar tu vida a Jesucristo, comienza con esta sencilla oración: “Querido Dios, sé que soy un pecador y te pido perdón. Creo que Jesucristo es tu Hijo. Creo que murió por mis pecados y que Tú lo resucitaste. Quiero confiar en Él como mi Salvador y seguirlo como Señor a partir de este día. Guía mi vida y ayúdame a hacer tu voluntad. En el nombre de Jesús hago esta oración. Amén”.


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