Estar Satisfecho es un Proceso de Aprendizaje

“Todo lo que tienen, lo han recibido de Dios. Y si todo se lo deben a él, ¿por qué presumen, como si ustedes solos lo hubieran conseguido? Ustedes tienen ahora todo lo que desean”.  1 Corintios 4:7-8 (TLA)

En vez de enfocarte tanto en lo que no tienes y lo que no ha pasado, sé agradecido por lo que sí tienes. Esto no pasa de manera natural para mí, y probablemente tampoco para ti, ni siquiera para el apóstol Pablo, quien dijo: “He aprendido a estar satisfecho”. Estar satisfecho es un proceso de aprendizaje.

La Biblia dice en 1 Corintios 4:7-18, “Todo lo que tienen, lo han recibido de Dios. Y si todo se lo deben a él, ¿por qué presumen, como si ustedes solos lo hubieran conseguido? Ustedes tienen ahora todo lo que desean” (TLA).

La envidia se basa en el mito de que tú debes tener más para ser feliz. La envidia siempre mira a los demás y pregunta: “¿Por qué ellos? ¿Por qué merecen eso? Yo merezco lo que ellos tienen”. Pero la gratitud dice: “¿Por qué yo? ¿Por qué Dios me dio esto? Soy bendecido porque no merezco lo que tengo”. Cambia totalmente nuestra perspectiva.

Aunque todos luchamos con la envidia, es difícil admitirlo porque es una emoción muy fea y desagradable. Cuando tienes envidia de otros, realmente quieres que ellos fallen, porque te hace sentir mejor saber que no tienen más que tú. Esto es muy raro, ¿no? Si aprendiéramos a ser agradecidos con lo que tenemos, comenzaríamos a liberarnos de esos sentimientos de envidia.

Es importante comprender que la envidia no es tener un deseo, un sueño o una meta. De hecho, es bueno tener esas cosas. La envidia no es mirar adelante por algo o desear que algo acontezca en tu vida o incluso preguntarse cómo sería tener tal cosa. La envidia es en realidad resentirse con alguien que ya tiene lo que tú deseas o ha alcanzado las metas que tú esperas alcanzar. La envidia te dice que no puedes ser feliz hasta que tengas ese deseo o esa meta. La envidia es no ser agradecido por lo que ya tienes.

Y la Biblia nos dice que ya tenemos más de lo que necesitamos y muchísimo más de lo que merecemos. Cada cosa buena en nuestras vidas es un regalo de Dios, y es Él quien decide cuándo y cómo bendecirnos. Pero nosotros tenemos que escoger ser agradecidos y aún más con lo que ya hemos recibido.

Disfruta de lo que tienes en lugar de desear lo que no tienes”  Eclesiastés 6:9a (NTV).

Reflexiona sobre esto:

  • Cuando sientes envidia de los demás, realmente quieres que ellos fallen, porque te hace sentir mejor saber que no tienen más que tú. ¿En qué formas esta afirmación te desafía a examinar cualquier envidia que hayas sentido por otros?
  • ¿De qué manera práctica podrías ser agradecido hoy?

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