Dios quiere que vivas en libertad. Aprendamos esta idea.

De hecho, la Biblia dice, “ustedes han sido llamados a ser libres” (Gálatas 5:13 NVI). Ser libre es tu llamado. Dios no quiere que vivas una vida apretada y restringida. Él quiere que tengas una vida abundante.

Jesús dijo: “mi propósito es darles una vida plena y abundante” (Juan 10:10 NTV).

Si no estás viviendo una vida plena y satisfactoria, no es porque Dios no quiera que la tengas. Él quiere darte libertad de:

• El dolor de tu pasado. Este es el arrepentimiento o resentimiento que evita que seas todo lo que Dios quiere que seas.
• Las presiones de tu presente. Este es el estrés o cansancio que enfrentas intentando manejar las complejidades de la vida diaria.
• El pesimismo sobre el futuro. Estas son las preocupaciones sobre tu futuro o los futuros de aquellos que amas.

Dios quiere que seas libre de todo eso.

Para hacerlo, conéctate en el poder de la Pascua. Dios ha puesto disponible para ti el mismo poder que levantó a Jesucristo de la muerte hace dos mil años.

La Biblia dice, “También pido en oración que entiendan la increíble grandeza del poder de Dios para nosotros, los que creemos en él. Es el mismo gran poder que levantó a Cristo de los muertos” (Efesios 1:19-20 NTV).

El mismo poder que movió la puerta de la tumba de Jesús, moverá las puertas de la prisión que te detienen.

Reflexiona sobre esto:

• ¿Qué arrepentimiento y resentimiento del pasado te ha evitado conocer lo mejor de Dios para tu vida?
• ¿Qué preocupaciones y estrés quieres que Jesús te liberte hoy?
• ¿Cómo te conectas al poder de la resurrección?