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“Hermanos míos, yo les ruego, de parte de nuestro Señor Jesucristo, que se pongan todos de acuerdo y que no haya divisiones entre ustedes. Al contrario, vivan unidos y traten de ponerse de acuerdo en lo que piensan”. 1 Corintios 1:10-11 (TLA)

Si no trabajas en armonía con otras personas, vas a ser muy infeliz en tu vida.

¿Qué necesitas aprender para trabajar con otras personas?

Primero, aprende a cooperar con otros. La iglesia de filipos envió un hombre llamado Epafrodito a Roma con ayuda financiera para Pablo mientras estaba en prisión. Filipenses 2:25 dice: “Ahora bien, creo que es necesario enviaros de vuelta a Epafrodito, mi hermano, colaborador y compañero de lucha, a quien vosotros habéis enviado para atenderme en mis necesidades” (NVI).

Al llamar a Epafrodito su hermano, colaborador y compañero de lucha, Pablo estaba describiendo la vida y ministerio como una familia, un compañerismo y una lucha.

Como creyentes, estamos en la misma lucha juntos contra Satanás, y necesitamos apoyarnos unos a otros. El mejor lugar para cooperar con otros es en la iglesia.

Segundo, aprende a ser considerado. Pablo está hablando de Epafrodito de nuevo en Filipenses 2:26 “Él los extraña mucho a todos y está afligido porque ustedes se enteraron de que estaba enfermo” (NVI).

Este versículo incluye dos ejemplos de consideración. Pablo es visto por su compañero con nostalgia y consideración, y a Epafrodito lo extrañan y anhelan ver los Filipenses.

Entre más te intereses y consideres las necesidades, las dudas, y temores de otras personas, más feliz serás. Si no te preocupas por los demás, si no tomas en cuenta sus problemas y necesidades, vas a tener un matrimonio o amistad o ambiente laboral infeliz.

“Cultivar una vida en comunidad y compañerismo” toma tiempo y esfuerzo. Como un jardín requiere ser cultivado para dar fruto, tus esfuerzos cosecharán el fruto de la felicidad y de relaciones más fuertes.

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Reflexiona sobre esto:

  • ¿Por qué a veces es más difícil llevarse bien con personas que son parte de la iglesia y con quienes ministras?
  • ¿Cuáles nuevas prácticas puedes adoptar para cultivar la cooperación y consideración entre tu grupo del ministerio o compañeros de trabajo?
  • ¿Cómo has crecido personalmente a causa de que la consideración fue un gesto de bondad de alguien hacia ti?
Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más?
Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo,
haz esta oración.

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