Intenta Escribir Tus Oraciones
por Rick Warren — Abril 14, 2018
“Y el Señor me respondió: Escribe la visión, y haz que resalte claramente en las tablillas, para que pueda leerse de corrido”. Habacuc 2:2 (NVI)
Si deseas escuchar a Dios hablar, debes retirarte a un lugar tranquilo, esperar pacientemente y con atención, pedirle a Dios que te dé una idea de lo que te quiere decir, y luego escribir las respuestas de Dios a tus preguntas.
En el libro de Habacuc, el Señor le ordena: “Escribe la visión, y haz que resalte claramente en las tablillas, para que pueda leerse de corrido” (Habacuc 2:2 NVI).
Así fue como obtuvimos el libro de Habacuc. En el capítulo uno, Habacuc escribió lo que le dijo a Dios. Y en el capítulo dos, anotó lo que Dios le dijo a él.
Así fue también como obtuvimos el libro de los Salmos; muchos de esos salmos provienen directamente de los tiempos que David pasaba a solas con Dios. David meditó sobre los primeros cinco libros de la Biblia, el Torá, y luego escribió sus pensamientos, y se llaman salmos. En muchos de los salmos, comienza con lo que siente y luego termina con lo que Dios dice.
Si tu vida de oración está estancada, y tiendes a orar las mismas cosas una y otra vez: “Dios, acompaña a esta persona” o “Bendice esta comida y nutre nuestros cuerpos”, entonces esto es lo que debes hacer: Comienza a escribir tus oraciones.
“¿Qué? ¿Quieres decir que no tengo que decirlas?” ¡Eso es correcto! Escribirlas es una oración. Dios puede escucharlo en tus pensamientos. Solo escríbelo.
¿Está bien escribir una oración y luego leerla? Por supuesto que sí. Cuando lo estás escribiendo, estás orando. Cuando lo estás leyendo, estás orando.
Esto se llama el hábito espiritual del diario, y es uno que todos los cristianos deberían entender y practicar.
Un diario no es una agenda. Una agenda trata de las cosas que hiciste. Un diario trata sobre las lecciones que aprendiste: los errores que cometiste y lo que Dios te enseñó de esas cosas.
Reflexiona sobre esto: