Descubriendo el Misterio del Cielo

“Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente ha imaginado lo que Dios tiene preparado para quienes lo aman”.  1 Corintios 2:9b (NTV)

Mi familia vivía en el norte de California cuando yo era pequeño. Una vez nos fuimos de vacaciones en familia a Disneylandia en el Sur de California. Mientras conducíamos, mi papá intentó explicarme como sería Disneylandia. Fue una pérdida de tiempo. No puedes entender lo que es Disneylandia a menos que lo experimentes.

Algunas experiencias simplemente son inexplicables.

Lo mismo sucede con el Cielo. No podemos comparar el Cielo con ninguna otra cosa que hayamos experimentado en la tierra. El planeta donde vivimos ahora es pobre
—muy pobre— no se parece al lugar que Dios ha preparado para nosotros en la eternidad.

La Biblia nos da indicios de este misterio en 1 Corintios 2:9b “Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente ha imaginado lo que Dios tiene preparado para quienes lo aman” (NTV).

Aunque las palabras humanas no pueden explicar apropiadamente los misterios divinos del Cielo, sabemos un poco de como lucirá el Cielo:

  1. Nos reuniremos con todos y cada uno de los creyentes (Hebreos 12:22-23). El libro de Hebreos nos dice que cada creyente que ha vivido en algún momento de la historia estará en el Cielo con nosotros. Eso incluye cada persona que has conocido que siguió a Jesús —y los niños que nunca tuvieron la oportunidad de tomar esa decisión.
  2. Todos seremos recompensados (Lucas 6:35). La Biblia a menudo menciona recompensas en el Cielo. Tú serás recompensado por tus buenas acciones —tu generosidad, tu buen carácter y tu servicio. Dios observa todo. Tienes que decidir dónde vas a recibir tus recompensas: En este lado temporal de la eternidad o en el lado que durará para siempre.
  3. Tendremos responsabilidades (Lucas 16:10-12). Tú tendrás trabajo en el Cielo. Esta es la diferencia: Usarás la forma que Dios te dio para hacer lo que te gusta hacer. Estarás cien por ciento satisfecho por el trabajo que hagas. No conozco cuál será tu responsabilidad en el Cielo. Lucas 16 dice que dependerá de cómo manejes tus responsabilidades aquí en la tierra.
  4. Hallaremos descanso en el Cielo (Hebreos 4:9-11). Para muchos de nosotros, descanso eterno en el Cielo suena muy bien. Después de una vida de trabajo, todos descansaremos en el Cielo como nunca antes. Sí, trabajaremos, pero nuestro trabajo en el Cielo será de alegría y tranquilidad, no una carga.
  5. Todos nos gozaremos en el Cielo (Mateo 25:21). ¡Todos vamos a festejar en el Cielo! Disfrutaremos estar con Dios en el Cielo. Disfrutaremos estar unos con otros en el Cielo. ¡Vamos a tener una fiesta por la eternidad en el Cielo!

Reflexiona sobre esto:

  • Intenta explicarle a alguien más sobre el lugar más sorprendente que alguna vez hayas visitado. Después de que lo hagas, pregúntate por qué es tan difícil explicarles a otros sobre el Cielo.
  • ¿Con quién te quieres reunir en el Cielo? ¿Por qué?
  • Si vas a trabajar en el Cielo, pero será en algo que te quede perfecto y además te encanta hacer, ¿Qué tipo de trabajo crees que podrá ser?

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