Cuando las cosas se desmoronan, no intentes resolverlo solo. Permítele a Dios volver a colocar todas las piezas juntas.

Si estás enfrentando un problema, tienes dos opciones: Puedes adorar o puedes preocuparte.

Pablo dijo en Filipenses 1:18-19, “Y seguiré gozándome porque sé que la oración de ustedes y la ayuda del Espíritu de Jesucristo darán como resultado mi libertad” (NTV).

En esta Escritura, Pablo revela algunas fuentes de fortaleza para mantenerte positivo y feliz en tiempos difíciles. Primero, tienes que mantener la perspectiva de Dios sobre tus problemas. Pablo dijo, “porque sé” es lo que sabes lo que te mantiene activo. Pablo sabía que Dios estaba trabajando en medio de sus batallas, y él mantuvo la perspectiva de Dios.

Segundo, Pablo tuvo a personas orando por él, y eso lo hacía continuar. Entonces él dijo, “y la ayuda del espíritu de Jesucristo”. El Espíritu Santo también mantenía a Pablo avanzando. Finalmente él dijo “darán como resultado mi libertad”. Pablo tuvo fe que Dios trabajaría en su problema para bien.

Debido a que Pablo tuvo la perspectiva de Dios, la oración de amigos, el Espíritu Santo y la fe, decidió “seguir gozándose”.

¿Has decidido regocijarte?

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Reflexiona sobre esto:

• ¿Cómo adoras a Dios en medio de un problema?
• ¿En que personas puedes confiar para que te apoyen en oración —personas quienes genuina y fielmente oran por tu crecimiento espiritual?
• Piensa en un problema que estás experimentando justo ahora. ¿Cómo has visto a Dios trabajar en medio de tu dolor? ¿Qué esperas que Dios haga a través y a causa de esta experiencia?

Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo, haz esta oración.