Da un Paso de fe a Pesar de tu Miedo

 

“Oh Señor, escucha sus amenazas y danos a nosotros, tus siervos, mucho valor al predicar tu palabra” (Hechos 4:29 NTV)

Todos tenemos miedos. Sin embargo, con demasiada frecuencia, les permitimos que gobiernen nuestras vidas y nos impiden tomar una postura por lo que sabemos que Dios quiere que hagamos.

Como Daniel se enfrentó en el foso de los leones, nos enfrentamos a personas y situaciones que amenazan con destruirnos a nosotros y nuestro testimonio de Cristo. Pero la elección es nuestra.

¿Sucumbiremos a nuestros miedos, o defenderemos a Dios a pesar de esos miedos?

Si desea superar el miedo que lo está arrastrando hacia abajo, necesita comprender claramente los beneficios de elegir defender lo que Dios quiere.

Lo más importante es que necesitas ver que hacer lo que Dios quiere que hagas es una victoria clara sobre el miedo en tu vida.

Porque el miedo crece. Cada vez que te entregas a un miedo, se vuelve más intenso.

El miedo crece cada vez que te niegas a hacer lo que Dios quiere que hagas. Eventualmente, te sentirás acorralado.

Entonces, ¿Qué vas a hacer?

Sigue el ejemplo de los primeros cristianos. Ciertamente no somos la primera generación de cristianos que enfrenta el miedo. Los primeros creyentes enfrentaron todo tipo de persecución. El libro de Hechos nos muestra un poco acerca de cómo se enfrentaron a este miedo. Cuando Pedro y Juan proclamaron audazmente a Jesús en Hechos 4, se enfrentaron a una feroz oposición.

Entonces oraron: “Oh Señor, escucha sus amenazas y danos a nosotros, tus siervos, mucho valor al predicar tu palabra” (Hechos 4:29 NTV).

La respuesta a tu miedo no es ceder. Es para avanzar audazmente a pesar de ello. Te enfrentas al miedo. El miedo no responde a la lógica, por lo que tu única oportunidad de deshacerse del miedo es confiar en Dios y enfrentar el miedo.

Nunca, nunca olvides esto: Dios no apartará el agua frente a ti hasta que tomes tu primer paso (mira cómo Dios hizo esto para Elías y Eliseo en 2 Reyes 2:8). Da un paso de fe, y luego Dios le muestra el camino. Eso no sucederá si estás envuelto en tu miedo.

Da un paso en la fe hoy, y observa cómo el miedo se desmorona en el proceso mientras Dios guía tus pasos.

Reflexiona sobre esto:

  • ¿Cómo has visto crecer el miedo en tu vida porque te has rendido?
  • ¿Cómo has visto disminuir el miedo en tu vida porque saliste audazmente hacia Dios
  • ¿Qué miedos encuentras más difíciles de superar en tu vida diaria? ¿Por qué? ¿Cómo puedes entregarle esos temores a Dios?

Comparte Esperanza Diaria con tus amigos.