Cómo ser un Pacificador (Parte 2)

“No se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás. Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús.” Filipenses 2:4-5 (NTV)

Ser pacificador no es una habilidad que esté muy desarrollada hoy día en nuestro mundo, pero es una habilidad que se puede aprender. De hecho, Jesús llama a los creyentes a que sean pacificadores.

En el devocional de ayer, compartí tres claves para ser un pacificador. Aquí hay cuatro más.

 

Nuestro mundo está lleno de conflicto. Solo tienes que leer el periódico. Está en todos lados: guerras, divisiones, argumentos, tensión entre las personas, prejuicios y racismo, violencia, tribalismos y terrorismo. Nuestra civilización ya no es civilizada. Y como consecuencia tenemos relaciones heridas, vidas heridas y corazones heridos.

Mi desafío para ti es que te comprometas a ser un agente de reconciliación en un mundo lleno de conflicto.

Hablar de ello

  • Te asemejas a Jesús cuando te enfocas en el dolor de los demás en lugar del tuyo.
  • El juego de la culpabilidad es una pérdida de tiempo. Cada vez que te ocupas de solucionar el problema de la culpabilidad, pierdes energía y no solucionas el problema.
  • Los pacificadores pueden estar en desacuerdo sin ser desagradables.

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