Cómo Recibir la Gracia para Afrontar los Problemas
por Rick Warren — Septiembre 6, 2021
¿Qué haces cuando no puedes solucionar un problema, resolver un conflicto, cambiar una circunstancia o soportar un dolor? Te refugias en la gracia sustentadora de Dios.
Él te ofrece la clase de gracia que necesitas para seguir adelante a pesar de los conflictos, las pruebas, la tensión, el cansancio y los problemas. Para aceptar su gracia, haz estas cuatro cosas:
Clama por la ayuda de Dios. Cuando pretendes ser autosuficiente, haces un corto circuito al poder de Dios en tu vida. Debes admitir tu insuficiencia y decir: “¡Dios, no puedo manejar esto!” La Biblia dice: “«Dios se opone a los orgullosos pero da gracia a los humildes». Así que humíllense delante de Dios… Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes…” Santiago 4:6-8 (NTV).
Llena tu mente con la Palabra de Dios. Deja que la Palabra de Dios te consuele, te fortalezca, te llene, te calme y te llene del poder para seguir adelante. Acércate a Él todos los días de tu vida. El salmista oró: “Estoy tirado en el polvo; revíveme con tu palabra” Salmo 119:25 (NTV). Si pudieras encontrar la solución dentro de ti, ya estarías cambiado. ¡Tienes que mirar a Dios! Él es el único que puede sostenerte.
Acepta el apoyo del pueblo de Dios. La Biblia dice que, al ayudarnos unos a otros con nuestros problemas, obedecemos la ley de Cristo, que es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Dios nunca quiso que tú vivieras por tu cuenta. Nuestras debilidades nos ayudan a darnos cuenta de cuánto nos necesitamos los unos a los otros. Debes aceptar el apoyo del pueblo de Dios.
Aférrate a las promesas de Dios. Hay alrededor de 5.500 de ellas en la Biblia esperando ser reclamadas. Aquí está una de ellas: “Dios les da nuevas fuerzas
a los débiles y cansados. Los jóvenes se cansan por más fuertes que sean, pero los que confían en Dios siempre tendrán nuevas fuerzas. Podrán volar como las águilas, podrán caminar sin cansarse y correr sin fatigarse” Isaías 40:29-31 (TLA). Mantén tu esperanza en el Señor y tus ojos enfocados en la esperanza del Cielo, no solo en el aquí y ahora.
La Biblia dice: “En tres ocasiones distintas, le supliqué al Señor que me la quitara. Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad»” 2 Corintios 12: 8-9 (NTV).
Cuando estés pasando por un problema que no puedes solucionar, no te rindas. ¡Solo mira hacia arriba!
Síguenos en nuestra cuenta de Instagram: @esperanzadiariadelpastorrick
Reflexiona sobre esto:
- ¿En qué situación necesitas la gracia sustentadora de Dios en este momento?
- ¿Cuál de las promesas de Dios necesitas reclamar para esa situación?
- ¿Qué personas piadosas en tu vida pueden brindarte el apoyo que necesitas?
¿Has aceptado a Jesús como tu Señor y Salvador?
Necesitas la gracia sustentadora de Dios para superar todas las circunstancias de tu vida. Pero necesitas la gracia de Dios sobre todo para tu salvación.
La Biblia dice que todos no alcanzamos el estándar perfecto de Dios. Sin embargo, Dios todavía nos ama, a pesar de que pecamos y tenemos defectos. De hecho, Dios nos ama tanto que nos mostró la gracia suprema: envió a su Hijo, Jesús, para limpiarnos de nuestros pecados y llevarnos a la familia de Dios.
Si nunca has aceptado el amor de Dios ni has invitado a Jesús a tu corazón, quiero que tengas esa oportunidad ahora. Puedes aceptar el regalo de la gracia de Dios de la salvación al orar:
“Querido Dios, no lo entiendo todo, pero te agradezco por amarme. Te agradezco que tengas misericordia de mí. Te agradezco que hayas enviado a Jesús para salvarme y no para condenarme.
Confieso que he pecado contra ti y admito que necesito a Jesús como mi Salvador. Quiero tener una relación con Jesús. Quiero seguirlo y hacer las cosas que Él me diga que haga. Te pido que me salves de mi pasado, de mis remordimientos, errores, pecados, hábitos, heridas y complejos.
Te pido que me salves para tu propósito. Quiero saber para qué me pusiste en este planeta. Y quiero ser y hacer todo para lo que me creaste. Quiero aprender a amarte, a vivir en tu gracia y a estar en tu familia para siempre. En tu nombre oro, amén”.