Cómo Dejar un Legado Familiar

“Pensemos en maneras de motivarnos unos a otros a realizar actos de amor y buenas acciones”. Hebreos 10:24 (NTV)

Las familias increíbles les enseñan a sus hijos que no son el centro del universo. Enseñan a sus hijos que Dios los creó y los formó para una misión. Modelan la dedicación, el servicio, la generosidad y la oración. Las familias promedio no hacen esas cosas. Las familias increíbles si lo hacen.

Soy el hombre que soy hoy en primer lugar por mis padres. Me inculcaron ciertos valores para preocuparme por otras personas.

Mis padres eran muy, muy pobres, pero ambos tenían el don de la hospitalidad. Les encantaba dar a los demás a pesar de que no tenían mucho. Vivíamos en el campo y mi papá plantaba un acre en el jardín con todo tipo de vegetales. No había forma de que nuestra familia pudiera comer toda esa comida, pero lo hizo solo para poder regalarla, porque no tenía dinero para regalar. Así que siempre plantábamos más y luego lo regalábamos para ayudar a otras personas que lo necesitaban.

Nuestra casa estaba constantemente llena de otras personas. Si la gente sufría, estaba en nuestra casa. Si estaban en el camino, estaban en nuestra casa. Si estaban pasando por un conflicto, estaban en nuestra casa. Si eran un líder cristiano conocido que pasaba por la ciudad, estaban en nuestra casa. Un día, mi papá sumó cuántas comidas había cocinado mi mamá para los invitados en nuestra casa en un año. ¡Fueron más de mil comidas! Crecí aprendiendo una actitud de “dar tu vida” y que no se trata de mí. Se trata de ayudar a otras personas.

Eso es lo que hacen las familias extraordinarias. Se enseñan unos a otros a mostrar amor y a hacer buenas obras. Las buenas obras se llaman ministerio. Se llaman servicio.

Un buen ejemplo de esto es la familia de Cornelio en el libro de los Hechos: “Era un hombre devoto, temeroso de Dios, igual que todos los de su casa. Daba generosamente a los pobres y oraba a Dios con frecuencia” Hechos 10:2 (NTV).

¡Qué gran legado! ¿No te gustaría que la gente escribiera eso sobre ti y tu familia algún día?

Haz esta oración hoy: “Querido Jesucristo, quiero vivir una vida maravillosa. Y quiero tener una familia extraordinaria. Sé que no tendré una si solo vivo para mí. Por eso hoy me entrego a ti. Yo y mi casa vamos a servir al Señor. Quiero que mi familia sea un lugar de juego y diversión, no solo de trabajo y negatividad. Quiero que mi familia sea un lugar donde nos animemos unos a otros a crecer constantemente. Quiero estar en una familia que sea un refugio en la tormenta, un refugio seguro, un refugio de amor. Ayúdame a proteger a mi familia, no solo sus cuerpos sino también sus mentes. Quiero que mi familia te sirva sirviendo a los demás. Ayúdanos a encontrar la misión de nuestra familia, nuestro propósito, lo que moldeaste para que hiciera nuestra familia. Ayúdame a enseñar a mis hijos a ser generosos modelando la generosidad con Dios y con los demás. Ayúdame a tener una visión bifocal para no solo preocuparme por mi familia sino enseñarles a cuidar del mundo entero. Que seamos modelos de dedicación, servicio, generosidad y oración. No puedo hacer esto por mi cuenta, Señor. Así que te pido que vengas a mi vida y tomes el control completo de cada área y me des el poder de hacer lo correcto. En tu nombre hago esta oración. Amén”.

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Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo; haz esta oración.

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