Cómo Comenzar a Salir de Deudas

“No tengan deudas pendientes con nadie”. Romanos 13:8 (NVI)

Dios deja muy claro en la Biblia cómo se siente acerca de la deuda. Romanos 13:8 dice: “No tengan deudas pendientes con nadie”. Dios declara la misma sabiduría que la mayoría de nosotros tenemos intuitivamente: la deuda no es algo bueno.

Dios quiere que pagues lo que debes para poder bendecirte en tus finanzas. Para hacerlo, debes comprometerte a hacerlo, y luego debes tener un plan para hacerlo.

Primero, debes comprometerte a hacerlo. Probablemente has notado que es fácil entrar en deuda. Ni siquiera tienes que pensarlo. Pero no puedes salir de la deuda. Hay que hacer vuelta en U y comenzar una larga subida a la colina. Eso requiere una decisión difícil y un compromiso con el tiempo y la disciplina que se necesitará para salir de la deuda.

Es fácil sentirse solo en esta subida cuesta arriba. ¡Pero Dios sabe exactamente dónde estás! Él entendió que esto iba a suceder hace mucho tiempo. Él quiere ayudarte y hacerte crecer en medio de  tus problemas. Él está contigo en este desafío. No estás solo.

Primero haces un compromiso y luego haces un plan.

Tener un plan es esencial. Salir de la deuda es una tarea diaria de paso a paso. E involucra una palabra que la mayoría de la gente odia: disciplina. Eso significa no hacer esto, no comprar eso, la resolución de hacer esto, la decisión de no hacer eso. La Biblia dice en Proverbios 21:5, “Los planes bien pensados y el arduo trabajo llevan a la prosperidad, pero los atajos tomados a la carrera conducen a la pobreza” (NTV).

Si tienes deudas, no ignores esta advertencia de la Biblia: ten cuidado con los atajos apresurados. Cuando estás endeudado, tienes dolor y deseas salir del dolor lo más rápido posible. Así que eres extremadamente propenso a este desafío.

No persigas atajos apresurados. Busca el plan de Dios. Haz un compromiso con el plan y decide que podrás hacer lo que sea necesario para lograr tus objetivos.

Imagínate dónde podrías estar en un año si tomas pasos diligentes para estar libre de deudas. Luego, decide dar esos pasos todos los días, confiando en la sabiduría y la gracia de Dios para hacer lo difícil.

Reflexiona sobre esto

  • Si no estuvieras endeudado ahora, ¿cómo sería tu vida?
  • Imagina dónde quieres estar en un año cuando se trata de tus finanzas. ¿Qué tendrás que hacer todos los días para alcanzar esa meta?
  • ¿Por qué la mayoría de la gente odia la idea de la disciplina cuando se trata de finanzas?
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Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más?
Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo;
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