Estudiar la Biblia de una manera que cambie tu vida no toma herramientas costosas. No necesitas comentarios o programas de estudio bíblico. De hecho, si estuvieras atrapado en una isla desierta con sólo una Biblia, simplemente podrías usar el método que aprenderás en este devocional.

Dios dice que, si meditamos en su Palabra, seremos exitosos. A continuación, hay un método que puedes usar para meditar en la Palabra de Dios de una manera que complacerá a Dios.

El método de “pronunciarlo” de meditación bíblica es un método fácil para meditar en las Escrituras y poder extraer cada onza de nutrición espiritual.

Empiezas con un versículo y lo lees una y otra vez. Cada vez que lees el versículo, enfatizas una palabra diferente. Es la manera más sencilla de empezar a desbloquear las escrituras. Puedes hacerlo incluso si es la primera vez que abres una Biblia. Es simple, pero sorprendentemente potente. Cada vez que enfatizas una palabra diferente, obtienes una perspectiva diferente.

Toma la primera parte de Colosenses 3:16, este verso dice: “Que el mensaje de Cristo, con toda su riqueza, llene sus vidas.” Colosenses 3: 16a (NTV)

La primera vez que leas el versículo, haces énfasis en la palabra “Mensaje”. “Que el mensaje de Cristo, con toda su riqueza, llene sus vidas.” Eso significa que necesitas tener la Palabra de Dios en tu mente.

Luego, haz énfasis en la palabra “Cristo”. No estás pensando en lo que un filósofo, gurú o un anfitrión de un programa de entrevistas dijo. ¡Estás pensando en las palabras de Cristo! Puede ser que no quieras permitir que las palabras del mundo vivan en ti, pero eso es lo que sucede cuando pasas tu tiempo viendo la televisión en lugar de leer la Palabra de Dios.

Entonces ahora enfócate en la palabra “riqueza”. ¿Qué significa eso? Significa lo opuesto de pobreza. En otras palabras, la riqueza significa abundancia, extravagancia y exuberancia. Dios no quiere que su Palabra sea un pobre sustituto en tu vida. Él quiere que cree belleza en tu vida.

A continuación, haz hincapié en la palabra “llene”. No te apresures a leer la Palabra de Dios para que puedas seguir con el resto de tu día. Permite que la Palabra de Cristo te llene y que viva dentro de ti.

Finalmente, enfócate en las palabras “sus vidas”. La Biblia no es sólo la Palabra de Dios para tu pastor, profesor de seminario o tu líder de grupo pequeño; ¡Es la Palabra de Dios para ti! La Biblia es instrucción para cada creyente.

Viste todas las grandes verdades que has descubierto en este pasaje simplemente enfocándote en una palabra a la vez. No necesitas un título de seminario o una gran biblioteca de herramientas de referencia. ¡Tú Puedes hacerlo!