Cinco Beneficios Cuando Aceptas el destino de Dios para tu Vida

“Entonces dijo María: «Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador…” Lucas 1:46-47 (NVI)

En Lucas 1:47-55, encontramos cinco razones, cinco beneficios cuando aceptamos el destino de Dios para nuestras vidas. María escribe un hermoso canto conocido como el “Canto de María”, cuando ella acepta el destino de Dios para su vida de ser la Madre de Jesús por obra del Espíritu Santo.

Aceptas el destino para tu vida, porque:

  1. Dios te creó para Su propósito

“Entonces dijo María: «Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador…” Lucas 1:46-47 (NVI).

María está diciendo, “No voy a hacer esto a la fuerza, no haré esto quejándome, no lo haré porque tengo que hacerlo. Lo haré con entusiasmo, con alegría, este es mi propósito y lo haré con regocijo”.

Cuando se trata de planear la vida, muchos cristianos actúan como ateos. Aceptan a Dios para su salvación, pero luego dicen, “puedo planear mi vida, tal y como yo quiera”. ¿En serio? ¿Crees que Dios te puso aquí en la Tierra para que vivas para ti mismo? ¿Crees que Dios te puso en la Tierra sin un propósito? ¿Crees que Dios te puso en la Tierra para que desperdicies tu vida? No lo creo, no. Dios te hizo para Su propósito, y en quien mejor confiar tu destino, que en el que te creó y te hizo.

  1. A nadie le interesa más que a Dios

“porque se ha dignado fijarse en su humilde sierva” Lucas 1:48a (NVI).

Dios es el único que siempre está pensando en ti, nunca te pierde de vista, has estado en su mente desde antes de la creación del mundo, estuviste en su mente cuando estaba clavado en la cruz, estás en su mente en este momento, Él siempre tiene su mirada fija en ti, nunca te olvida, nunca te desampara, siempre está contigo, a tu favor, vive en tu interior y siempre quiere lo mejor para tu vida.

  1. Es la llave para la bendición

“…de ahora en adelante todas las generaciones me llamarán bendita. Pues el Poderoso es santo y ha hecho grandes cosas por mí. Él muestra misericordia de generación en generación a todos los que le temen” Lucas 1:48b-50 (NTV).

La llave para la bendición es seguir el destino que Dios tiene para tu vida. Dios nos bendice cuando hacemos las cosas para las que fuimos creados. María lo sabía, ella sabía que la llave para las bendiciones de Dios eran la fe y la obediencia.

  1. Dios honra la humildad

“A príncipes derrocó de sus tronos y exaltó a los humildes” Lucas 1:52 (NTV).

Se requiere humildad para decir, “Dios, voy a seguir tu plan, no el mío”. Eso es humildad. El orgullo, la arrogancia, dicen, me olvido de Dios, tengo mis planes, mis sueños, mis ambiciones. La Biblia dice que Dios resiste a los orgullosos y da gracia a los humildes.

  1. Dios cumple sus promesas

“Acudió en ayuda de su siervo Israel y, cumpliendo su promesa a nuestros padres, mostró su misericordia a Abraham y a su descendencia para siempre” Lucas 1:54-55 (NVI). 

Dios había prometido muchos años antes que el Mesías habría de venir, prometió a Abraham que de su descendencia vendría el Mesías y en Isaías 7:14, dice: “por eso, el señor mismo les dará una señal: la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamará Emanuel” (NVI).

En la Biblia, Dios nos da más de 7000 promesas para nuestra vida, Él nunca ha fallado a sus promesas, y las tenemos por escrito.

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Reflexiona sobre esto

  • ¿Cuál de los beneficios de aceptar el destino de Dios para tu vida, llamó más tu atención?
  • ¿En algún momento has dicho, “Dios, voy a seguir mi plan y no el tuyo”?
  • ¿Por qué el orgullo puede desviarte del propósito de Dios para tu vida?
Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más?
Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo,
haz esta oración.

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