Cuando experimentamos un contratiempo, tendemos a enfocarnos en el lugar equivocado. Miramos la cuenta bancaria. Mantenemos nuestros ojos en otras personas en nuestras vidas. Ponemos nuestra atención en lo que podemos sujetar.

Dios dice que cuando todo en la vida se desmorona, necesitamos recordar que sus promesas pueden ser confiables.

La Biblia nos dice, “Ni una sola de todas las buenas promesas que el Señor le había hecho a la familia de Israel quedó sin cumplirse; todo lo que él había dicho se hizo realidad” (Josué 21:45 NTV).

Cuando no puedes contar con nada, puedes contar en las promesas de Dios.

Eso es lo que le dijo Pablo a sus compañeros en el barco cuando estaban batallando contra una tormenta en Hechos 27. Todo parecía perdido. Pero Dios le dijo a Pablo que todos se salvarían. Pablo confío en Dios y dijo a los otros: “Por tanto, señores, anímense, porque tengo confianza en Dios y estoy seguro de que las cosas sucederán como el ángel me dijo” (Hechos 27:25 DHH).

Pablo no puso su fe en la nave o en el capitán. Pablo confió en Dios.

Ese barco no duraría para siempre. Pablo entendió eso, pero él conocía que las promesas de Dios permanecerían.

¿Estás intentando poner tu confianza en un pequeñísimo bote salvavidas? Tal vez es tu personalidad chispeante. Estás seguro de que puedes pasar por todo a causa de que tu personalidad brillará.

Tal vez es tu apariencia. Siempre ha sido la llave a tu éxito. Crees que puedes arreglarlo todo con tu apariencia cuando lleguen los problemas.

Tal vez es tu dinero. Planeas comprarte cualquier problema que enfrentes.

Pero todos esos pequeños botes salvavidas algún día terminarán. El único lugar seguro para estar es en el medio de una tormenta es directo en el centro de la voluntad de Dios.

Sólo pregúntale a Pablo.

Hechos 27 termina con un triunfo increíble –la Biblia dice “y que los demás siguieran sobre tablas o en pedazos del barco. Así llegamos todos salvos a tierra” (Hechos 27:44 NTV).

Como siempre han sido, las promesas de Dios se vuelven realidad –todos se salvaron.

Cuando te apoyas en las promesas de Dios durante una tormenta, no serás el único que reciba ayuda.

Dios salvará la nave completa.

Reflexiona sobre esto:

• ¿Cuáles son algunas promesas de Dios que tienen mayor significado para ti durante tiempos difíciles?
• ¿En cuales pequeños “botes salvavidas” has dependido en tu vida?
• Considera algunas formas en las que te puedes comprometer más con las promesas de Dios para recordar que estás listo a reclamarlas cuando la tormenta llegue a tu vida.