Alguien tiene que Pagar por el Pecado
por Rick Warren — Abril 5, 2022
En la mitología griega y romana, todos los dioses —como Zeus, Júpiter, and Apolo— tienen debilidades humanas. Ellos se enojan. Sienten lujuria. Son impacientes. Ellos exterminan personas con relámpagos. Ellos son inconsistentes y no se puede confiar en ellos.
Pero el Dios real, el Dios que creó el universo, es 100% puro, justo e incorruptible. Él nunca ha hecho algo malo, impuro o imperfecto. Eso se llama santidad. Habacuc 1:13 dice, “Tú eres tan puro que no toleras a los que hacen maldades, ni te quedas callado ante la injusticia” (NBV).
Debido a que Dios es 100 por ciento perfecto, tú puedes confiar en Él, muy diferente a los dioses de la mitología. Pero Su perfección también significa que no puede estar alrededor del pecado. Así que, en la cruz, Dios tomó cada pecado del mundo y los derramó todos sobre su Hijo perfecto, Jesucristo, quien se ofreció para hacer esto. ¡Por eso Él vino a la tierra!
Lo que Jesús hizo en la cruz se llama sustitución. Si Jesús no hubiera sido tu sustituto, entonces tú hubieras tenido que pagar por tus propios pecados. Dios no deseaba que tuvieras que pagar por ellos, así que envió a Jesús para que fuera tu sustitución. Jesús pagó a la ley. Él hizo lo que la justicia demandaba.
Pero no fue fácil para Jesús. De hecho, fue una tortura. ¿Sabes lo mal que te sientes cuando te sientes culpable por un pecado? ¿Cómo te gustaría cargar la culpa de cada acto horroroso que jamás se halla cometido, cada pecado cometido en contra de otra persona, todos los pecados cometidos en secreto? Eso sería una tortura mental, emocional y espiritual.
En la cruz, Jesús clamó, “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” Mateo 27:46 (NTV). Él no solo estaba experimentando agonía. Él estaba experimentando el tormento de ser separado de su Padre.
Un Dios que es santo ni siquiera podía soportar mirar a su Hijo, lleno de los pecados del mundo. Dios apartó su mirada porque Él es perfecto. ¿Puedes imaginar lo que esto le costó a Jesús?
Pero Jesús estaba dispuesto a pasar por ese dolor porque Él quería que tú tuvieras una forma de estar en relación con el Dios Santo.
Alguien tenía que tomar todo ese castigo, y Jesús lo hizo por ti. Jesús se convirtió en tu sustituto para que, cuando Dios te mire, no vea tu pecado. Él ve la santidad de Jesucristo.
Y por eso, tú puedes experimentar ambas, no sólo la vida eterna, sino una vida plena y con propósito aquí en la tierra.
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Reflexiona sobre esto:
- ¿Por qué es amoroso para Dios estar lleno de justicia?
- ¿Qué nos revela el acto de la sustitución sobre el carácter de Dios?
- ¿Cómo tú piensas que debes responder ante la verdad de que Jesús sufrió y murió por ti en la cruz?
Si aún no has confiado en Jesús y te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más?
No tienes que ganarte el amor de Dios o trabajar tu camino al Cielo. La Biblia dice, “Porque por gracia son salvos por medio de la fe; y esto no de ustedes pues es don de Dios. No es por obras, para que nadie se gloríe” Efesios 2:8-9 (RVA 2015).
Si estás listo para comprometer tu vida a Cristo, haz esta oración:
“Querido Jesús, tú has prometido que, si yo creo en ti, todo lo que alguna vez he hecho malo será perdonado, aprenderé el propósito de mi vida, y tú me aceptarás en tu morada eterna un día.
Confieso mi pecado, y creo que eres mi Salvador. Tú has prometido que, si confieso mi pecado y confío en ti, seré salvo. Confío en ti cuando dices que la salvación viene por gracia, por medio de la fe, y no por nada que yo haga. Te recibo en mi vida hoy como mi Señor. Hoy te entrego cada parte de mi vida a tu administración.
Quiero usar el resto de mi vida para servirte en lugar de servirme a mí mismo. Comprometo mi vida a ti y te pido que me salves y me aceptes en tu familia. En el nombre de Jesús oro. Amén”.