Muchas veces nos preguntamos si una idea que tenemos es una instrucción de Dios, un engaño de Satanás o simplemente algo que queremos hacer. Es extremadamente importante reconocer la diferencia y saber cómo discernir la voz de Dios, porque puede tener consecuencias eternas.

Gran cantidad de maldad se le atribuye a Dios cuando la gente dice. “Dios me dijo que lo hiciera!”  La Biblia dice en 1 Juan 4:1, “no les crean a todos los que afirman hablar de parte del Espíritu. Pónganlos a prueba para averiguar si el espíritu que tienen realmente proviene de Dios” (NTV)

Dios nunca contradice su Palabra. ¿La idea que tienes en tu mente en este momento está de acuerdo con la Biblia? Dios no dice una cosa, luego cambia de opinión y dice otra cosa. Si Él lo dijo, es verdad, y siempre será verdad.

Dios es consistente. Él no tiene mal humor. Él no cambia de opinión. Él nunca te dirá que violes un principio que ya te dio en su Palabra, la Biblia.

Entonces, la primera pregunta que debes hacerte es: “¿Este pensamiento se alinea con lo que Dios ya ha dicho?” Si lo que piensas contradice en algo lo que Dios ha dicho en la Biblia, ¡entonces ya sabes, estás equivocado!

Jesús dijo en Lucas 21:33, “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán”. (NVI) La Palabra de Dios es eterna, porque la verdad nunca cambia. Si algo fue verdad hace 5,000 años, también fue verdad hace 1,000 años, y también es verdad hoy, y será verdad 5,000 años a partir de hoy.

La gente podría decir: “Dios lo dijo, yo lo creo y punto”. ¡No! Dios lo dijo y punto, ¡lo creamos o no!

Si Dios te dice que hagas algo, entonces no va ser contradictorio. La primera pregunta que debes responder es: “¿Esta idea está en armonía con la Palabra de Dios?”

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