Tienes que Querer Escuchar de Dios

“Buscarán nuevamente al Señor su Dios. Y si lo buscan con todo el corazón y con toda el alma, lo encontrarán”. Deuteronomio 4:29 (NTV)

No vas a escuchar a Dios a menos que realmente, pero realmente quieras. No estoy diciendo que es una opción. No estoy diciendo que sería bueno. ¡Es una necesidad!

Dios no te dice Su sueño para tu vida para que puedas debatirlo. Dios no te dice Su visión para tu vida por si quieres discutirlo. Dios no te dice para que te puso en la tierra, para que digas: “Déjame pensarlo”.

¡No! Es una necesidad. Tienes que decir, “Tengo que saber por qué estoy aquí. Tengo que saber que quieres que haga con mi vida. Tengo que escuchar tu voz. Tengo que tener tu visión”.

El Rey David escribió en el libro de los Salmos, “Dios mío, deseo que se haga tu voluntad” (Salmos 40:8 PDT) y “Deseo con toda mi alma obedecer siempre tus órdenes” (Salmos 119:20 PDT).

David estaba apasionado en su declaración que lo que él más quería sobre todo era honrar a Dios. Ser obediente y seguir a Dios no eran opciones para él. Era la única cosa que David quería hacer. Él usaba frases para buscar a Dios, como, “Te deseo”, “tengo hambre” y “Soy como el ciervo brama por las corrientes de las aguas”.

Cuando tengas esa desesperación, escucharás la voz de Dios.

Muchas personas hablan con Dios, pero nunca escuchan a Dios. Para ellos, la oración es un monólogo. Pero no puedes tener una relación a través de un monólogo. ¿Qué sucedería si me hubiera casado con mi esposa y le hubiera hablado, pero ella nunca me hablara? Esa no es una relación. Tienes que tener una conversación. Hablar con Dios en oración es tan importante como escuchar a Dios y dejar que Él te hable. ¿Cómo sucede eso? Primero, tienes que desearlo más que nada en la vida.

Deuteronomio 4:29 dice, “Buscarán nuevamente al Señor su Dios. Y si lo buscan con todo el corazón y con toda el alma, lo encontrarán” (NTV). ¡Está garantizado!

Reflexiona sobre esto:

Hablar de ello

  • ¿Qué cosa deseas más en la vida? ¿Cómo se refleja en tu vida ese anhelo?
  • ¿Cómo puedes cultivar pasión –o una pasión más grande- por Dios en tu vida?
  • ¿Con qué actitud usualmente te acercas a Dios cuando le estás pidiendo dirección? ¿Estás preparado para responder en obediencia?

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