Restaurando Las Relaciones: El Precio del Pacificador es el Orgullo

“Hagan todo lo posible por vivir en paz con todos”. Romanos 12:18 (NTV)

El sexto paso bíblico hacia la restauración de una relación es cooperar tanto como te sea posible.

El Apóstol Pablo dijo, “Hagan todo lo posible por vivir en paz con todos”. La paz siempre tiene una etiqueta con precio. Algunas veces nos va a costar nuestro orgullo; o nos va a costar nuestro ego.

Por el bienestar del compañerismo, haz tu mejor esfuerzo para comprometerte, adaptarte a los demás, y mostrar preferencia para lo que ellos necesiten. Una paráfrasis de la séptima bienaventuranza dice, “Dios bendice a los que trabajan para que haya paz en el mundo, pues ellos serán llamados hijos de Dios” (Mateo 5:9 TLA).

La pacificación no evita el conflicto. Huir de los problemas, pretender que algo no existe, o tener miedo de hablar en determinada situación, en realidad es cobardía. Jesús, el príncipe de paz, nunca tuvo miedo al conflicto.

La pacificación tampoco es apaciguamiento. Ceder siempre, o permitir a otros que siempre te pisoteen no es lo que Jesús tenía en mente. Él se negó a dar marcha atrás en muchos asuntos, defendiéndose de la oposición.

El ser pacificador significa cooperar para que pueda restaurarse una relación y honrar a la otra persona.

Reflexiona sobre esto:

Hablar de ello

  • ¿Tiendes a evitar el conflicto en lugar de intentar la reconciliación? ¿Por qué o por qué no?
  • Si te das por vencido y dejas que los demás te atropellen, ¿cómo cambia tu perspectiva sabiendo que esto no es un proceso de tratar de hacer la paz en la manera bíblica?
  • ¿De qué manera el ejemplo de Jesús te ayuda a recordar mostrar preferencia por los demás?

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