Perdonar no es reestablecer una relación sin cambio. De hecho, el perdón y el reestablecer una relación son dos cosas diferentes. El perdón es lo que haces como la persona ofendida. Reestablecer la relación es lo que la otra persona hace para regresar a estar en buenos términos contigo. Decir “Lo siento” no es suficiente. De hecho, la Biblia nos enseña tres cosas que son esenciales para reestablecer una relación que ha sido rota –y el ofensor tiene que hacer esas tres cosas.

1. Restaurar una relación requiere arrepentimiento. En otras palabras, realmente te entristece lo que hiciste. No es solo decir, “lo siento”. Significa decir, “me equivoqué, por favor perdóname”. Puedes sentirte mal que el clima estaba mal o algo como eso, pero el arrepentimiento es admitir la equivocación y estar realmente arrepentido.
2. Restaurar una relación requiere restitución. Algunas veces tienes que hacer algún tipo de restitución física o material. Aun cuando eres perdonado, no significa que te has librado. Todavía tienes que pagar una deuda con la sociedad o con alguien más por lo dañado o destruido por tus acciones.
3. Restaurar una relación requiere reconstruir la confianza. Amigos, eso toma tiempo, un largo tiempo. Cuando alguien te lastima, tienes que perdonarlo inmediatamente. Pero no tienes que confiar en esa persona de forma inmediata. El perdón está construido sobre la gracia y es incondicional, mientras que la confianza tiene que ser reconstruida sobre un periodo de tiempo.

La mayoría de las personas en nuestra cultura no comprenden la diferencia entre el perdón y reconstruir la confianza en una relación. Ya sea que un líder político o religioso esté involucrado en un escándalo, siembre hay personas que dicen, “Todos somos imperfectos. Todos somos humanos. Necesitamos solo perdonar a esa persona y seguir adelante”.

¡No! debes perdonar a esa persona inmediatamente, pero no tienes que confiar en esa persona. La Biblia dice que la confianza se construye con el tiempo. La credibilidad es con lo que un líder lidera. Todos los líderes deben tener confianza; es la moneda de cambio de la que viven. Si pierdes confianza, has perdido tu derecho a liderar en ese momento. Podrás tener el título, pero no serás el líder hasta que reconstruyas la confianza. Y eso no va a suceder instantáneamente.

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