Una buena relación con Jesús es fundamental para cada área de tu vida.

A través de una relación segura con Jesús, puedes crecer y cambiar en formas que son imposibles sin ella. En verdad, no podemos lograr nada sin Dios: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. (Filipenses 4:13 NVI).

El desafío puede parecer imposible cuando hacemos un cambio importante en nuestras vidas. Por supuesto, ¡es imposible cuando tratamos de hacerlo por nuestra cuenta! Pero la fortaleza de Dios trabajando a través de nuestra fe convertirá lo imposible en posible.

Es por eso que se necesita fe en lo que Dios quiere que hagas. Nunca podrás hacerlo por tu cuenta. ¡Nunca se pretendió que pudieras! Cualquier cosa que puedas hacer con tu propia fuerza no requiere fe, y cuando no se requiere fe, estamos viviendo sin fe.

Cuando vienes a Cristo en reconocimiento de tus debilidades, a menudo él convierte tu mayor debilidad en tu mayor fortaleza. Pero eso solo sucede a través del poder de Dios. La Biblia nos dice que hay una conexión directa entre la fe y el poder. Mientras más fe tengas en Dios, más poder y más bendiciones tendrás en tu vida.

Jesús lo ilustra en Mateo 13, cuando hace una visita a su ciudad natal, Nazaret. La Biblia dice que Jesús no hizo muchos milagros de poder en su pueblo debido a la falta de fe de la gente.

Dios bendice a las personas que no tienen miedo de confiar en él por completo. Cuando le das tu confianza, Dios te llena con su poder. En la Biblia, Abraham es considerado el padre de la fe. Dice: “Ante la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios”. (Romanos 4:20 NVI).

Sin el poder de Dios en tu vida, estás corriendo con tu propia energía. Y eso es como tener una computadora portátil que está desenchufada; la batería eventualmente se agotará y toda la potencia se habrá ido. ¿Por qué tienes que vivir así?

Piénsalo de esta manera: tienes una pequeña batería en ti. Puedes correr por la vida con tu propio poder, lo que significa que estarás cansado todo el tiempo.

O tienes acceso a la planta de energía de Dios, siempre que te conectes y admitas que necesitas la ayuda de Dios. Dios tiene un poder ilimitado para sostener tu vida y misión.

Reflexiona sobre esto: