Cuatro Pasos Para Pelear en la Guerra Espiritual

“Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales”. Efesios 6:12 (NVI)

Hay cuatro cosas que necesitamos hacer cuando estamos enfrentando una guerra espiritual en nuestras vidas:

  1. Reconocer al adversario. Satanás es real (1 Pedro 5:8-9). ¿Por qué enviaría Dios a su Hijo a pelear con alguien que no existe? La Biblia dice en 1 Juan 3:8, “… pero el Hijo de Dios vino para destruir las obras del diablo” (NTV). Cuando eres atacado, es una prueba de que eres un creyente. Entre más impacto para Dios haces, más te ataca el diablo. Nunca lo superas; solo se vuelve más intenso.
  2. Aceptar la autoridad dada por Dios. La mayoría de los creyentes no entienden sobre la autoridad que han recibido contra el diablo. Mateo 28:18-19 “Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: ―Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (NVI).
  3. Ponerte la armadura de Dios. Cuando Pablo escribió sobre toda la armadura de Dios en Efesios 6:11-17, él estaba en prisión encadenado a un guardia romano. Pablo usó el centurión romano como un modelo para la armadura espiritual. Pablo dijo que al igual que un soldado romano estaba apropiadamente vestido para la batalla, así nosotros necesitamos estar vestidos para la batalla. Por ejemplo, a menudo oro: “Señor, me pongo el casco de la salvación que me protegerá de los pensamientos que el maligno intentará mandarme. No quiero tener malos pensamientos. No quiero tener mis pensamientos. Quiero tener tus pensamientos, para poder ser una voz tuya. Me visto el cinturón de la verdad. Señor, quiero compartir la verdad, no la falsedad. Quiero guiar a las personas a la justicia”.
  4. Apuntar la artillería. El campo de batalla para la guerra espiritual está principalmente en tu mente. (2 Corintios 10:4-5). Las armas que Dios te da para destruir los argumentos son humildad, fe, verdad y la alabanza. ¡Lleva cautivo todo pensamiento!

Reflexiona sobre esto:

Hablar de ello

  • Cuando te sientes atacado por el maligno, ¿Qué puedes hacer con la autoridad que Cristo te ha dado?
  • ¿Cómo el memorizar la escritura te ayuda a enfrentar la guerra espiritual?
  • Se nos dice que “… llevamos cautivo todo pensamiento” (2 Corintios 10:5 NVI). ¿Qué crees que eso signifique?

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